Esta historia es la "continuación" de una escrita por Riot Games sobre el campeón Kindred que podéis leer aquí. Todos los personajes de esta historia y sus derechos pertenecen a Riot Games y todo eso del Copyright. Ahora, la historia:
Otra vez esa sensación.
Las máscaras que cubrirían su cara ese día parecían más reales que nunca. Como de costumbre, Magga esperó hasta el último momento para terminar de prepararse antes de salir al escenario. En el público no había rostros, tan sólo máscaras similares a las de su atuendo. Ya se había acostumbrado a ello de todas formas. Como siempre, ella hacía de Cordera, hacía de Lobo. Con gran maestría los imitaba a la perfección. No era para menos, pues aunque ya hacía tiempo de eso, nunca pudo olvidar aquella noche en la que los vio cara a cara. Aquella noche en la que sintió por primera y única vez esa sensación de la cercanía de la muerte. Hasta ahora. Aquella sensación había vuelto, y aunque tenue y mucho menor que en aquel entonces, era un hecho que la sentía. Acabó la obra. Como siempre, el público aplaudió con furor a aquella obra tan típica como exitosa sobre una dama que encuentra la desgracia y finalmente, Kindred le trae la muerte. Como siempre, volvió a la posada donde hacían noche antes de volver a partir. Pero esa noche no era como siempre. Esa noche Magga no conseguía conciliar el sueño, así que salió a tomar el aire. Se sentó en una silla que había en el exterior y cerró los ojos bajo la oscuridad de la noche. La sensación que la había acompañado todo el día se hizo más notable. Escuchó unos pasos y una respiración intensa. Cuando abrió los ojos, lo supo.
-Nos volvemos a ver -Les saludó Magga.
-Así es. Hemos seguido tus pasos todo este tiempo, teníamos curiosidad de ver cómo nos representabas -Respondió Cordera.
-¡Y yo no soy tan piadoso con quienes eligen intentar huir!
-Está bien, querido Lobo. Es sólo una actuación, no podían acabar con la persona de verdad. Ese es nuestro trabajo.
-Por eso estáis aquí, ¿me equivoco? Ha llegado mi hora -Los ojos de Magga reflejaban tristeza y miedo, pero a la vez aceptación. Como si durante mucho tiempo hubiese sabido que iba a acabar así, pero ahora que el momento había llegado, el pánico se iba apoderando poco a poco de ella.
-Así es, Magga. Ni siquiera nosotros podemos evitarlo -Dijo con voz apesadumbrada. Tras una corta pausa, siguió hablando- Después de tanto tiempo imitándonos ya debes conocer el procedimiento: ¿Eliges mi flecha o la cacería de Lobo?
-Por favor, intenta huir, quizá te salves -Dijo Lobo en tono burlón, pero que a la vez denotaba deseos de darle caza.
Magga dudó un momento. No era fácil aceptar la muerte, pero sabía que tampoco podía huir de ella, y de hecho, sería mucho peor. Consiguió dominar sus miedos y dijo lo que serían sus últimas palabras: "La flecha".
Un rápido movimiento de Cordera, y todo había acabado. La típica obra de la dama que encuentra la desgracia y finalmente la muerte había terminado, y Magga ya no hacía de Cordera, ya no hacía de Lobo. Ahora ella era la protagonista, igual que hace tantos años. Pero esta vez no tuvo que activar ningún mecanismo en su camisa. Esta vez no había público. Esta vez no había aplausos ni telón. Tan sólo unos pasos y una respiración que se alejaban y después silencio.
